octubre 31, 2011

E004 [Final]


Necesitaba tiempo para averiguar no solo mas sobre la ígnea, sino también sobre las intenciones de las personas para las que estaba trabajando, después de varias semanas hice un par de hallazgos importantes, los cuales decidí ocultar y no divulgar, pues estaba seguro que después me servirían, el trabajo en ese laboratorio era rutinario y aburrido, pues lo hacía yo solo y no tenía ni siquiera un compañero con el cual pudiera hacer algún comentario.
Cada semana me llevaban a una oficina, ahí me entrevistaba un individuo con mal encarado, al cual daba un reporte de los avances obtenidos. Al principio no le daba mucho pero después, cuando noté que empezaban a impacientarse y amenazaban con regresarme a la mina, tuve que ir revelando poco a poco las propiedades que había descubierto, resulta que la ígnea es más que un mineral poderoso que sustituiría la falta de petróleo y terminaría con la crisis de energía.
La ígnea tenía una potencia impresionante y esa información en las manos equivocadas podría resultar nada favorable.
Todos los días a la misma hora, el mismo automóvil me recogía en el hotel que se había convertido en mi casa y a la misma hora me regresaba al salir del laboratorio. A veces notaba que había hombres cuidándome en los pasillos de aquel hotel. Un día después del trabajo decidí salir a caminar, ese hotel era bastante aburrido, en el recorrido noté que un hombre me seguía pero supuse que era normal. Entre a un pequeño café a leer un libro que llevaba conmigo, después de varios minutos me percate que un hombre en la mesa del fondo me observaba sigilosamente, su mirada me inquietaba bastante a lo cual decidí acercarme a su mesa. – ¿le puedo ayudar en algo? – le dije, él solo me miro sin levantar la cabeza y me dijo –siéntese, creí que nunca se acercaría, yo no sabía cómo acercarme a usted, no sabía qué decir de inicio– mientras me decía eso se rellenaba su taza de café, –hemos estado vigilándolo desde hace algunos meses, pensábamos sacarlo de la mina pero se nos adelantaron, usted está trabajando para las personas equivocadas– ¿a qué se refiere con equivocadas? –Verá, en estos tiempos ya nadie es bueno ni malo, solo buscan su beneficio, pero algunos buscan un beneficio que ayuda a mas, eso es todo, necesito que tomé una decisión– me dio un sobre con un teléfono escrito, –cuando sepa que hacer, llámenos–. Dejo unos billetes en la mesa y salió del café. Me quedé sentado ahí tratando de asimilar todo lo mencionado por aquel hombre, aún no comprendía muy bien lo que sucedía y lo que había querido decirme pero supuse que todas las respuestas estaban dentro del sobre queme había entregado.
Caminando de regreso al hotel sentía una gran impaciencia y curiosidad, solo quería llegar y abrir el sobre. Al llegar había cinco hombres vestidos de negro, en cuanto entre escuche una voz que grito – ¡ahí esta! –. Seguido de eso se me acercó uno de ellos y me tomo del antebrazo – ¡Vaya, hombre! Ya nos tenía muy preocupados, ¿dónde se había metido?, ¡que va! No importa, lo importante es que usted ya está aquí y estamos seguros que no volverá a suceder– me dio un fuerte apretón de manos que hasta cierto punto me pareció amenazador y se fue.
Subí las escaleras con cierto sobre salto, lo que había pasado antes en realidad me había conmocionado, nunca creí ser alguien en quien se interesaran tanto y ahora con mayor razón me intrigaba saber que había dentro de aquel sobre. En cuanto abrí la puerta, saqué el sobre de mi saco y lo abrí, en el había unas fotografías y documentos.

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